Los sectores del pollo y del huevo son actores clave en la nutrición y la seguridad alimentaria mundiales. De 2012 a 2022 la disponibilidad de carne de pollo aumentó en 3,7 kg y la de huevos en 41 kg por persona en todo el mundo. Ambos sectores registraron el crecimiento más rápido de todas las producciones animales: la carne de pollo aumentó un 31,1% y los huevos un 29,8%.
Para 2050, el mundo tendrá que alimentar a mil millones de personas más, principalmente en África y Asia, y se espera que el consumo de carne, especialmente la de aves domésticas, aumente en un 73%. Sin embargo, esto debe lograrse con solo un aumento del 5% en la superficie cultivable disponible.
Consumidores y sostenibilidad
Según la definición de las Naciones Unidas, la sostenibilidad significa “satisfacer las necesidades actuales sin comprometer a las generaciones futuras”. Para los sectores del pollo y del huevo la sostenibilidad abarca pilares sociales, económicos y medioambientales. Los consumidores más jóvenes, especialmente la generación Z y los “millennials” (*), que representarán el 52% de la población mundial en 2027, dan gran importancia a la sostenibilidad al elegir sus alimentos. Una encuesta de 2020 reveló que el 44% de los consumidores están impulsados por un propósito, el 57% está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para obtener beneficios medioambientales y el 70% está dispuesto a pagar una prima por marcas sostenibles. (*) la generación Z abarca a los nacidos entre 1997 y 2012 y los “millenials” son los que nacieron entre los años 1983 y 1996
Sostenibilidad económica
La sostenibilidad económica en los sectores del pollo y del huevo significa lograr un equilibrio entre el precio y el beneficio, al mismo tiempo que proporcionar alimentos asequibles. Los piensos para las aves, que representan entre el 65 y el 75% de los costes de producción, son un aspecto importante. Las estrategias incluyen la optimización de la salud intestinal a través de formulaciones de piensos que contienen probióticos, prebióticos y enzimas para mejorar la conversión alimenticia. Las enzimas no solo mejoran el valor nutricional, sino que también reducen el estrés oxidativo y la inflamación intestinal.
La inteligencia artificial (IA) ofrece un potencial significativo mediante el uso de datos para manejar mejor a las aves, optimizar la producción y conectar a las granjas con las plantas de procesado. La IA puede predecir el rendimiento de los broilers y optimizar los programas de procesado para aumentar la eficiencia y reducir los costes. La automatización inteligente en el procesado de carne que combina la robótica y la IA puede reducir aún más los costes de producción al mejorar la eficiencia operativa.
Sostenibilidad ambiental
La sostenibilidad ambiental aborda el impacto del sector en el planeta y se centra en la reducción de emisiones y la mejora de la utilización de los recursos. Los piensos para las aves domésticas son una fuente importante de emisiones, a las que contribuyen significativamente la producción y el transporte de cereales. Las estrategias para reducir estas emisiones incluyen la selección de ingredientes para piensos procedentes de regiones con una deforestación mínima y la mejora de la eficiencia de los mismos a través de una mejor salud y la genética. El manejo de las deyecciones también juega un papel importante y diversas técnicas permiten reducir las emisiones de gases de efecto invernadero durante su almacenamiento y su aplicación.
Los sistemas de alojamiento tienen un impacto en la sostenibilidad ambiental. Los sistemas sin jaulas aumentan las emisiones de CO2 entre un 15 y un 18% por kilo de huevos producidos. Los edificios de energía neta cero (NZE), que producen tanta energía como consumen, pueden reducir significativamente el consumo de energía y las emisiones. Las innovaciones en el manejo de los residuos, por ejemplo, la producción de productos valiosos a partir de materiales de desecho, también contribuyen a la sostenibilidad.
Sostenibilidad social
La sostenibilidad social incluye la salud y la seguridad de los trabajadores, el bienestar animal, la inocuidad de los alimentos y la seguridad alimentaria. La salud de los trabajadores puede verse afectada por los sistemas de alojamiento. Los sistemas libres de jaulas, por ejemplo, aumentan las partículas en el aire, lo que afecta tanto a los trabajadores como a las aves. Las enzimas en los piensos pueden reducir las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire. Las nuevas tecnologías ayudan a monitorear y salvaguardar el bienestar de las aves, incluidos los robots que mejoran la calidad de la cama, las cámaras de video que detectan comportamientos anormales y los dispositivos RFID que rastrean el movimiento de las aves. La adopción de la avicultura 4.0 con tecnologías de IA mejora la rentabilidad y demuestra un compromiso con el bienestar de las aves.
La influenza aviar sigue siendo un reto importante y el sacrificio masivo de aves no es sostenible. En algunas regiones, la vacunación se está considerando como un método de control más ético y eficaz. Garantizar la inocuidad de los alimentos es crucial, ya que los bacteriófagos son prometedores como medio para combatir las infecciones bacterianas sin contribuir a la resistencia a los antibióticos.
El papel de la educación continua
Adquirir los últimos conocimientos sobre prácticas de manejo, las formulaciones de piensos, el diseño del alojamiento y la prevención de enfermedades es crucial para la sostenibilidad. La capacitación ofrecida por organizaciones como la World Veterinary Education in Animal Production Health (WVEPAH) proporciona a los profesionales habilidades y conocimientos actualizados. La IA puede aumentar aún más su capacidad para optimizar la salud y el bienestar de los animales, mejorando la capacidad del sector para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, garantizar la seguridad alimentaria y mejorar los resultados económicos y ambientales.
Conclusión
Los sectores del pollo y del huevo se enfrenta a numerosos retos, pero también a grandes oportunidades derivadas de la demanda de productos sostenibles por parte de los consumidores. La sostenibilidad económica y medioambiental puede lograrse mediante prácticas y tecnologías innovadoras, como la IA y la automatización inteligente. La sostenibilidad social requiere la protección de los trabajadores y los animales, además de la seguridad alimentaria. La educación y la formación son esenciales para dotar a los profesionales de las habilidades necesarias para impulsar prácticas sostenibles en el sector.
Fuente: Vincent Guyonnet