Güner Gövenç, Arda Sözcü (*)
El objetivo de este estudio fue determinar los cambios en los valores de proteína cruda y aceite crudo de las sojas importadas según su origen, y explorar las alternativas a la soja en la nutrición avícola. Se analizaron un total de 227 muestras de soja obtenidas de seis países de origen (Ucrania, Argentina, Brasil, EE. UU., Paraguay y Uruguay) para medir el contenido de proteína cruda y grasa. El contenido de proteína cruda y grasa de la soja mostró diferencias que oscilaron entre el 30,7% y el 38,8% para la proteína cruda, y entre el 17,7% y el 23,0% para la grasa, dependiendo del país de origen. El menor contenido de proteína cruda se observó en la soja importada de Ucrania (33,9%), mientras que el contenido más alto se registró en la soja importada de EE. UU. (35,6%). En cuanto al contenido de grasa, los valores más altos y más bajos se observaron en la soja importada de Paraguay (21,3%) y EE. UU. (19,2%, P<0,05), respectivamente.
Los hallazgos indican claramente que el valor nutricional de la soja varía según el país de origen y depende de las condiciones climáticas y las características del suelo de cada país. En este punto, es importante enfatizar que el costo de la soja debe considerarse en relación con su contenido nutricional. Por otro lado, la harina de soja es la principal fuente de proteínas añadida a las dietas avícolas, con una tasa de inclusión aproximada del 30% para satisfacer los requerimientos de proteínas y aminoácidos de los pollos. En los últimos años, ha aumentado el interés por fuentes alternativas de proteínas, como subproductos de semillas oleaginosas, granos secos de destilería con solubles, microalgas, insectos y organismos unicelulares, para reemplazar la soja en la nutrición avícola.
En conclusión, es importante considerar ciertos criterios al seleccionar la soja y otras alternativas proteicas, como los requerimientos nutricionales de los pollos, el balance de aminoácidos en la dieta, evitar compuestos antinutricionales o tóxicos en las fuentes alternativas de proteínas, así como el costo y la disponibilidad de los ingredientes según las áreas geográficas.
Introducción
La población mundial está aumentando día a día, lo que resulta en un incremento significativo en la demanda global de alimentos y piensos (Parrini et al., 2023). Para 2050, se estima que la población mundial superará los 9 mil millones de personas; en consecuencia, se espera que la producción agrícola aumente en un 50% (Lombardi et al., 2021). En la nutrición avícola, los alimentos proteicos son uno de los ingredientes más costosos y limitantes en la formulación de dietas (Parisi et al., 2020), y la soja es una de las fuentes de proteína más importantes para las aves.
Por esta razón, la necesidad de soja está aumentando constantemente y su producción se está volviendo más importante, especialmente en la nutrición animal, con un uso que representa el 67% del mercado de alimentos para animales (Pettigrew et al., 2002). La soja (Glycine max L.) es una fuente de proteína de alta calidad gracias a atributos favorables como su alto contenido de proteínas, un perfil de aminoácidos adecuado (excepto metionina), mínimas variaciones en el contenido de nutrientes, disponibilidad durante todo el año y la relativa ausencia de factores antinutricionales si se procesa adecuadamente.
Los criterios de calidad más importantes de la soja son el contenido de proteína cruda, humedad, KOH y grasa cruda. Estos criterios varían considerablemente según el origen de la soja. Además de estos análisis, también son importantes los análisis físicos como el tamaño, el color y la forma de las semillas. Se ha informado que la ubicación geográfica de la producción de soja, la variedad de soja y los métodos de procesamiento afectan la composición de proteínas y aminoácidos de la harina de soja (Parsons et al., 1991, 2000; de Coca-Sinova, 2008, 2010; Baker et al., 2011).
En la nutrición avícola, la soja no se utiliza directamente en la formulación de piensos debido a su mayor contenido de aceite y celulosa en la cáscara. Por lo tanto, los subproductos de la soja, como la harina y el aceite de soja, se utilizan en la nutrición avícola, con un promedio del 30% de inclusión en la dieta.
Los países líderes en la producción de soja en el mundo son Brasil y EE. UU. A nivel mundial, la producción de soja en 2023 se reportó en 398.210 mil toneladas métricas según el USDA (USDA Reports, 2023, disponible en: https://ipad.fas.usda.gov/cropexplorer/cropview/commodityView.aspx?cropid=2222000).

Figura 1. Principales países productores de soja en el mundo (en millones de toneladas métricas, Statista, 2004; disponible en: https://www.statista.com/statistics/263926/soybean-production-in-selected-countries-since-1980/)
El objetivo de este estudio fue comparar el contenido de proteína cruda, grasa cruda y humedad de las sojas según sus orígenes, y proporcionar información sobre alternativas proteicas en lugar de la soja en la nutrición avícola.
Materiales y Métodos
Un total de 227 muestras de soja obtenidas de seis países de origen (Ucrania, Argentina, Brasil, EE. UU., Paraguay y Uruguay) fueron analizadas para determinar el contenido de proteína cruda y grasa. Los contenidos de proteína cruda y grasa cruda de las muestras de soja se determinaron según el método AACC (46-11.02, 30-25.01, International, 2010a, 2010b). Los datos obtenidos fueron analizados utilizando el procedimiento GLM del software estadístico (Minitab, 2013). Las diferencias significativas entre las medias se compararon utilizando la prueba de Tukey y se consideraron estadísticamente diferentes a un nivel de P <0,05.
Resultados y Discusión
El contenido de proteína cruda de la soja por diferentes países se muestra en la Figura 2. Como se puede observar, el contenido de proteína fue menor en la soja de Argentina (34,3%) y Ucrania (33,9%) en comparación con otros países (P<0,001).

Figura 2. Contenido de proteína cruda de la soja por diferentes países
El contenido de grasa cruda de la soja por diferentes países se muestra en la Figura 3. Según se observa en la figura, el valor promedio más alto de contenido graso se encontró en la soja producida en Brasil (21,0%) y Paraguay (21,3%, P<0,001).

Figura 3. Contenido de grasa cruda de la soja por diferentes países
La harina de soja es una fuente principal de proteínas en las dietas; por lo tanto, cualquier factor que afecte el contenido proteico de la soja podría ser de gran interés para la industria de alimentos balanceados. Por otro lado, el contenido graso de la soja también es crucial para la industria debido a su alto valor económico.
Se sabe que las sojas cultivadas en diferentes condiciones ambientales y prácticas agrícolas presentan grandes variaciones en los parámetros de calidad. Además, las condiciones de procesamiento, como la temperatura de procesamiento, la humedad y el tiempo de secado, provocan diferencias en la composición química y la calidad de la harina de soja (Thakur y Hurburgh, 2007). Según Zhang et al. (2024), las sojas con un contenido de humedad inferior al 13% y un contenido graso superior al 20% se consideran sojas con alto contenido de aceite.
Aunque el alto valor nutricional de la soja como fuente de proteínas vegetales proporciona un uso eficiente en la nutrición avícola, tanto el impacto social como ambiental de la industria de la soja y la producción de soja genéticamente modificada han llevado a una mayor demanda de fuentes alternativas de proteínas más sostenibles (Gkarane et al., 2020).
En este contexto, estudios recientes han explorado las posibilidades de uso de larvas de Hermetia illucens (mosca soldado negra) y la microalga espirulina (Arthrospira platensis) en la nutrición avícola (Schiavone et al., 2017; Park et al., 2018; Kawasaki et al., 2019; Smetana et al., 2019).
-. Fuente:
International Poultry Congres 2024 – Bursa, Turkey
The Quality Parameters of Soybean and Alternative Protein Feedstuffs in Poultry Nutrition
Güner Gövenç, Arda Sözcü (*)
Universidad de Uludag, Facultad de Agricultura, Departamento de Ciencia Animal, Bursa, Turquía
Email para correspondencia: guner.govenc@hotmail.com