lunes, marzo 10, 2025

El pavo, plato principal del Día de Acción de gracias en los EEUU desde 1863

En Estados Unidos, la imagen del pavo asado sobre la mesa se ha convertido en un símbolo inconfundible del Día de Acción de Gracias, una celebración que tiene profundas raíces históricas y culturales.

La popularización del pavo en el símbolo por excelencia de Acción de Gracias fue impulsada, en parte, por la consolidación de la festividad como un evento nacional. En 1863, en medio de la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln proclamó oficialmente el último jueves de noviembre como día nacional de Acción de Gracias, uniendo así a la nación bajo esta celebración.

Esta elección culinaria no solo responde a razones prácticas, sino que está impregnada de simbolismo nacional, consolidándose a lo largo de los siglos como un verdadero ícono estadounidense. Pues cuando la celebración comenzó a popularizarse en el país las familias necesitaban una comida que pudiera alimentar a un grupo grande, y el pavo, debido a su tamaño y carne relativamente económica, se convirtió en una opción ideal.

La primera celebración de Acción de Gracias tuvo lugar en 1621, en Plymouth, cuando los colonos ingleses, conocidos como peregrinos, decidieron realizar un banquete para dar gracias por la cosecha obtenida después de un primer año difícil en el continente americano. Invitaron a la celebración a los wampanoag, una tribu indígena que los había ayudado a sobrevivir enseñándoles a cultivar maíz y a cazar en la región. Y si bien la presencia del pavo en aquella primera celebración no está documentada, el ave era nativa de la región y una fuente de alimento común en las colonias. Al vivir en gran número en los bosques de América del Norte, el pavo era un recurso relativamente accesible.

Otros animales, como las vacas o los pollos, se reservaban para la leche o los huevos, mientras que el pavo, al no tener otros usos productivos, resultaba conveniente. La costumbre se fue extendiendo y, gradualmente, el pavo ganó su lugar como plato principal en la cena de Acción de Gracias.

La preparación del pavo de Acción de Gracias ha evolucionado en cada hogar estadounidense, convirtiéndose en una tradición con variaciones familiares y regionales. El pavo suele ser el plato central y, por lo general, se cocina al horno, lo que permite que el ave mantenga su jugosidad mientras se obtiene una piel dorada y crujiente.

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