Un nuevo estudio publicado en The Journal of Nutrition sugiere una asociación entre la ingesta de huevos y un menor riesgo de demencia de Alzheimer en las personas adultas. Los hallazgos son importantes ya que se espera que la prevalencia de Alzheimer aumente con el envejecimiento de la población.
El estudio, en el que participaron adultos mayores que vivían en comunidad en EE.UU., sin demencia aparente, indicó que el consumo de más un huevo por semana se asoció con una reducción del 47% en el riesgo de desarrollar Alzheimer. El estudio incluyó a 1.024 adultos mayores con una edad promedio de 81 años, cuyos hábitos dietéticos y otros factores se tuvieron en cuenta como parte del análisis.
Los investigadores informaron que el contenido de los huevos en colina fue el principal impulsor de la relación entre los mismos y el riesgo de Alzheimer. Los huevos son uno de los pocos alimentos consumidos ricos en colina, un nutriente que se está estudiando para comprender mejor su papel en el apoyo al desarrollo cognitivo en bebés y niños pequeños y el mantenimiento durante el proceso de envejecimiento.
Este estudio se suma al creciente cuerpo de evidencias de que las elecciones dietéticas pueden tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de Alzheimer y apoyar la salud cognitiva de por vida. Y también a investigaciones anteriores que habían encontrado que incluso un consumo limitado de huevos (uno por semana) está relacionado con un deterioro más lento de la memoria en comparación con otras personas que no consumían huevos. Pero es la primera vez que un estudio de investigación sugiere una asociación entre el consumo de huevos y el riesgo de Alzheimer y destaca el potencial de las intervenciones dietéticas simples para apoyar la salud normal del cerebro.
Los resultados son alentadores, pero hay limitaciones a tener en cuenta. La demencia de Alzheimer es un trastorno complejo. Estos datos muestran una asociación con un menor riesgo de demencia de Alzheimer, pero no establecen una relación causal. Este estudio se basó en datos dietéticos autoinformados de los participantes, que podrían haber incluido errores inherentes. Se necesita más investigación para confirmar estas relaciones en otras poblaciones diversas.