Actualización sobre la Influenza Aviar a fecha 30 junio 2024
Antecedentes
- Aun siendo conocida desde hace muchos años (Perroncito, 1878), la influenza aviar (IA) ha sido calificada como “la primera amenaza que tiene el sector avícola a nivel mundial” (Rodríguez Ferri y Valerio, 2021)
- La reciente propagación del virus a varias especies de mamíferos, e incluso a la especie humana, ha aumentado el temor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los colectivos médicos de todo el mundo de que tengamos que enfrentarnos a otra pandemia como la de la COVID-28, que afectó a la humanidad hace muy pocos años.
Estas circunstancias hacen que intentemos actualizar las últimas informaciones que nos han llegado sobre el tema, aún con la dificultad inherente a ello, dado el “bombardeo” diario de noticias de toda índole sobre el tema, con el plausible temor de la propagación del virus a la especie humana. Por esta misma razón, como lo conocido un día puede ser ya “viejo” el día siguiente, esta actualización tiene un fecha concreta (el 30 de junio del 2024), devaluando la importancia de que alguna de las informaciones que se muestran a continuación no se mantenga más adelante.
Por último, como antecedentes de lo que seguirá, conviene recordar que:
- En 1981, en el curso de un congreso mundial celebrado en Estados Unidos, se estableció la diferenciación entre el virus de alta patogenicidad (HPAI) y el de baja patogenicidad (LPAI).
- Diversos brotes de IA han afectado a la avicultura industrial en EE.UU (1996), el norte de Italia (1999), los Países Bajos (2003) y otros varios países de distintos continentes, e incluso en España, bien con una variante HPAI o LPAI, relacionándose en muchos casos con el hallazgo casi simultáneo de las mismas en diversas especies de aves migratorias.
- En 1996 se identificó una nueva forma del HPAI, en Guandong, al sur de China, la H5N1 , de la ,más alta patogenicidad observada, en una manada de ocas en la que produjo una mortalidad del 40 %, siendo actualmente ésta la que más preocupa al sector avícola mundial y a la OMS
- En EE.UU., a diferencia de los brotes de IA ocurridos antes del 2023 en granjas avícolas, debidos a diferentes cepas del virus, los posteriores han sido debidos a la H5N1, revistiendo una muy superior gravedad, pese al aumento de las medidas de bioseguridad implantadas en las mismas.
- En este mismo país, así como en el continente europeo y en el cono sur americano se ha relacionado la expansión de los mas recientes brotes de IA a los cambios en las rutas de las aves migratorias, relacionados estos, en gran parte, con el indudable cambio climático que está afectando a nuestro planeta.
Y en lo que respecta al sector avícola en concreto, la incidencia de los brotes de los últimos años, en todo el mundo, ha afectado por igual a las granjas de puesta que a las de pavos y pollos para carne, así como a las aves de traspatio. En Francia, además, algo más profundamente a las de patos para la producción de foie gras (por su crianza al aire libre) y, en el sentido contrario, a las de reproductores, en este caso por las superiores medidas de bioseguridad que en éstas suelen aplicarse.
El cambio climático y la afectación de la IA a otras especies de aves
El virus H5N1 puede infectar a más de 350 especies de aves y cerca de 60 especies de mamíferos, siendo las aves acuáticas migratorias (patos, cisnes, gansos, gaviotas, etc.) especialmente susceptibles al mismo. Las aves acuáticas infectadas con el virus H5N1 son normalmente portadoras asintomáticas, aunque pueden infectar a otras especies, incluidos los mamíferos, a lo largo de sus rutas migratorias. Esta transferencia global permite que la enfermedad se propague y que la genética y la virulencia del virus se adapten continuamente.
La evidencia indica que el cambio climático parece estar afectando la aparición de virus zoonóticos como el H5N1. A medida que cambian las condiciones climáticas globales, los patrones y las rutas migratorias de las aves también están cambiando.
Por otra parte, las aves silvestres no migratorias son muy susceptibles a las infecciones por el virus H5N1 traídas por las transitorias. En EE.UU. un informe de 2022 sobre el estado de las aves silvestres estimaba que en el país se han perdido más de tres mil millones de aves, en parte por factores relacionados con el clima.
En pocas palabras, la propagación de los virus de la IA en todo el mundo proviene de su capacidad para sobrevivir el tiempo suficiente en un lugar como para poder transmitirse a otro lugar, y el cambio climático, en algunos casos, está haciendo que esta supervivencia sea más probable.
El “salto” del virus a los mamíferos
Pero, sin duda alguna, la mayor preocupación de la clase médica de todo el mundo, de la OMS y hasta de la opinión popular, ha venido por algo que ya se intuía desde hace tiempo que podía ocurrir: el “salto” del virus a los mamíferos, algunos de ellos domésticos y, de éstos, a la especie humana.
El virus H5N1 se ha detectado incluso en regiones polares, concretamente en un primer caso con la de muerte de un oso polar por H5N1, en 2022 en Alaska. Pero también la Antártida ha visto una mortalidad significativa en sus poblaciones de elefantes y lobos marinos como resultado de la exposición viral, así como en la costa occidental del continente americano .
El problema no es nuevo pues, entre otros, un informe de la EFSA-ECDC-EURL 2023 ya señalaba algunos casos, en Europa, de esta transmisión del virus a otras especies, como:
- en Polonia, a varios gatos y un lince,
- en Italia, a varios perros y un gato domésticos,
- en España y Finlandia, a los visones de dos granjas,º
- en Letonia y los Países Bajos, a zorros rojos y en Finlandia, a una granja de estos.
Además, otros informes de distintas partes del mundo, en los últimos años han señalado que el virus (principalmente la cepa H5N1) ha sido hallado también en: alpacas en algunos lugares del oeste del continente americano, en varios gatos en Corea, en cormoranes en Chile, en pingüinos, elefantes y lobos marinos en la Antártida, etc.
…… y todo ello aparte de la detección también del mismo en explotaciones avícolas comerciales por los brotes habidos en muchos países europeos (principalmente, Francia, los Países Bajos, Alemania, Dinamarca, el Reino Unido, etc.), así como americanos (EE.UU., Méjico, Brasil, etc.). En estos casos, obviamente, con el perjuicio causado no solo por las pérdidas ocasionadas por el virus y el subsiguiente sacrificio de la población avícola superviviente, sino por la declaración obligada de “zona de cuarentena” y la supresión del comercio avícola local e internacional por un tiempo determinado.
Sin embargo, la verdadera alarma ha surgido recientemente, en el comienzo de la primavera de 2024, cuando se ha detectado el virus H5N1 en varias granjas de ganado vacuno de EE.UU., al principio solo lechero, pero luego también de carne, así como caprino y alpacas. Según parece, el virus se replica rápidamente en el tejido mamario, afectando negativamente a la producción de leche y transmitiéndose en los lotes de forma mecánica a través del ordeño
En este caso, la rápida propagación del virus en gran parte del país (al cerrar esta noticia, a fin de junio del 2024, ya eran 101 los rebaños de ganado vacuno infectados en 12 Estados del país) se cree que fue debida no solo a una contaminación por aves migratorias sino también por otras causas: a través de vehículos no suficientemente limpios, al hallazgo de gatos infectados en explotaciones de otos Estados, a que algunos trabajadores podían haber tenido contacto con aves de traspatio infectadas, etc. Y, casi lo peor fue, de forma simultánea, la detección del virus en la leche fresca del ordeño, aunque no en la ya pasteurizada posteriormente.
El temible paso a la especie humana
Tras ello, la casi inmediata detección del virus en varios trabajadores de las explotaciones de ganado vacuno afectadas últimamente en EE.UU., hizo saltar todas las alarmas por lo verdaderamente preocupante: la transmisión del virus a la especie humana a través de un alimento tan habitual como es la leche, pudiendo originar una pandemia de la categoría de la que tuvo la Covid-19 hace muy pocos años. A ello se añade el hecho de que, por ahora, todavía no se dispone de ninguna vacuna contra este virus, aunque en EE.UU. algunos laboratorios ya han comenzado a trabajar en este campo.
Tal como ya se temía, ello tuvo lugar en la pasada primavera al resultar afectados cuatro trabajadores de otras tantas granjas de producción lechera de distintos Estados del centro-oeste de EE.UU. exhibiendo conjuntivitis y la sintomatología típica de las afecciones respiratorias, más o menos aguda, según el caso, aunque reponiéndose posteriormente tras recibir una medicación antiviral.
Sin embargo, aunque algunos medios hablaron de muertes humanas debido a estos casos en granjas vacunas estadounidenses, desde NexusAvicultura.com NO lo hemos podido confirmar. Y, de igual forma, una noticia procedente de Méjico, en la pasada primavera, que también se refería a un fallecimiento a causa de este virus, posteriormente fue desmentida, aunque ello no obsta para restar importancia al problema.
De hecho, ello ya había ocurrido anteriormente pues en los anales médicos más antiguos consta el fallecimiento de un veterinario por gripe aviar, hace 21 años, en 2003, en los Países Bajos, contaminado en una granja positiva, pero de edad avanzada y afectado al mismo tiempo por otros problemas respiratorios. Éste se añade al de un niño fallecido por influenza aviar , en Hong Kong, en 1997, en este caso sí confirmado a causa del citado H5N1 y a otro, también en el sur de China, de una mujer, este 2024, aunque en esta ocasión debido al virus H5N6.
En EE.UU., afortunadamente, la rápida actuación de las autoridades médicas, con la recomendación de que los operarios encargados del ordeño del ganado vacuno se protejan adecuadamente, pronto dio sus frutos y la propagación del virus por este medio pudo atajarse rápidamente. Según parece, la infección de los trabajadores encargados del ordeño vacuno se debió a los aerosoles desprendidos durante esta operación y, por ahora, no existe ninguna evidencia de un contagio de persona a persona, que es lo peor que podría ocurrir .
En resumen
Para cerrar esta información creemos conveniente reproducir el siguiente texto de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos:
“La exposición al HPAI incluye el contacto con aves infectadas (de granja, de traspatio o silvestres), ganado (incluidas vacas lecheras), cadáveres de aves, de ganado o de otros animales, heces o basura, leche cruda de vaca, superficies y agua que puedan estar contaminadas con excreciones animales. La Universidad de California Davis recomienda usar guantes, gafas protectoras y mascarillas mientras se trabaja con aves de corral”
“Los CDC recomiendan que cualquier persona expuesta a aves, ganado u otros animales infectados con H5N1 sea monitoreada para detectar síntomas consistentes del virus comenzando el primer día de exposición y continuando hasta 10 días después. El seguimiento de las personas expuestas después puede ayudar a identificar rápidamente casos humanos, proporcionar el tratamiento adecuado, prevenir la propagación del virus y ayudar a comprender el alcance del riesgo humano.
Para saber más:
-. European Centre for Disease Prevention and Control: Avian influenza overview March–June 2024 (72 pages)
-. «Unprecedented«: How bird flu became an animal pandemic (BBC, April 2024)
-. Bird Flu Radar (Europe)
-. Influenza Aviar en NeXusAvicultura.com