Tener un manejo en base al «promedio» de cualquier cosa puede ser un concepto potencialmente peligroso cuando se trata del crecimiento de los pollos, como sucede, por ejemplo, al ventilar una nave tipo túnel con aves ya crecidas.
En este caso podría ocurrir que la temperatura promedio de la nave fuese de 27 ºC, lo cual no es necesariamente un problema, pero ocultaría el hecho de que pudiese ser de 21º C en el extremo de los paneles de entrada de aire y de 32º C en el extremo de los ventiladores, lo cual sí sería peligroso.
Durante la época fría una humedad relativa (HR) diaria promedio del 60% parece ideal, pero en realidad podría ser del 40% durante el día y del 80% por la noche, lo que podría aumentar la probabilidad de problemas respiratorios. Por último, aunque los pollos hayan sido alojados a una densidad relativamente baja, eso no significa necesariamente que todos ellos tengan el mismo espacio para comer, beber y moverse.
Mantener una densidad uniforme de un extremo a otro de la nave es de suma importancia ya que afecta al rendimiento de las aves de varias maneras. Las diferencias en la densidad dentro de una nave no solo originarán diferencias en el espacio disponible de los comederos y bebederos, sino también en el esfuerzo que requiere cada una para acceder al pienso y/o al agua.
Si hay un número excesivo de aves en una zona de la nave, la humedad de la cama será mayor simplemente debido a la mayor cantidad de deyecciones húmedas que se incorporan en ella. Además, cuanto mayor sea la densidad, menor será el movimiento de aire sobre la cama, lo que origina una menor capacidad de secado de la misma, un aumento en la producción de amoníaco y problemas en las almohadillas plantares de las aves.
La calidad general del aire también tenderá a variar en una nave con variaciones en la densidad. Cuando en una nave está entrando aire fresco éste ingresa de forma uniforme a lo largo de las entradas. Pero si hay más pollos en una zona que en otra aquellos recibirán menos aire fresco en comparación con los aves que están menos apretados, lo que origina allí más aire viciado y menos aire fresco que en esta última.
Los costes de calefacción pueden verse afectados por las diferencias en la densidad de población. Durante época fría utilizamos a las aves para calentar las naves. Si las aves no están distribuidas uniformemente, nuestros «calentadores» no estarán distribuidos de manera uniforme, lo que a su vez origina diferencias de temperatura del aire a lo largo de la nave. Puedes terminar con unos ventiladores en marcha en un extremo de la nave para enfriar a las aves y unos calentadores encendiéndose en el otro extremo tratando de evitar que las aves se enfríen.
Por último, pero no siendo menos importante, una distribución deficiente de los pollos puede resultar muy costosa durante época de calor. Cuanto mayor sea la densidad de población, menor será el espacio entre ellos, lo que hace que sientan calor, que consuman menos pienso y que ganen menos peso. En las naves ventiladas por túnel, las aves tienden a estar más llenas en la zona de los paneles que en el extremo de los ventiladores, por varias razones:
- 1º. Porque la mayoría de los pollos se crían tradicionalmente en el extremo de los paneles y deben trasladarse hacia el extremo de los ventiladores. Y lograr que al principio se trasladen un largo espacio es difícil, lo que origina que más aves terminen por quedarse en este lugar y sin repartirse entre toda la nave.
2º. Porque las aves tienden a desplazarse naturalmente hacia el viento, lo que las lleva a moverse hacia el extremo de los paneles de la nave si no se instalan y manejan correctamente las cercas de migración.
- 3º. Por último, pero no menos importante, porque las altas intensidades de luz que se encuentran generalmente cerca de los ventiladores del túnel, así como el ruido causado por los postigos que se cierran de golpe, pueden hacer que los pollos se alejen de los mismos y se acerquen al extremo de los paneles.
Para asegurarse de que los pollos estén distribuidos uniformemente a lo largo de la nave después de una crianza en una zona restringida es importante trasladarlos activamente de este lugar al resto de ella y que las cercas de migración se instalen al cabo de unos días después de. Cuanto más se retrase el proceso, más difícil será mover a los pollos del extremo del criadero al extremo opuesto.
Conviene tener un mínimo de dos contadores de agua en diferentes zonas de la nave y mejor cuatro en algunas de las naves más largas actuales, pues ello es crucial para monitorear la distribución de la densidad de población. Si el consumo de agua no es el mismo en los dos extremos de una nave, la densidad no es uniforme: una diferencia del 20% en el consumo de agua equivale a una diferencia igual en la densidades de las aves.
Es importante darse cuenta de que las diferencias en la densidad de población entre el extremo de los paneles y el de los ventiladores de una nave a menudo no afectarán el aumento de peso de los pollos hasta la última semana o dos del lote. Al principio, una diferencia del 20% en la densidad puede no afectar el rendimiento general de las aves porque las aves son pequeñas y todavía hay suficiente espacio alrededor de los comederos y bebederos, y si un área está un poco abarrotada, pueden moverse fácilmente a través del ancho de la nave para encontrar un acceso más fácil a la comida y el agua.
Pero más importante aún es que, cuando los pollos son jóvenes, incluso si hay más en un extremo que en otro, a menudo habrá suficiente espacio entre ellos para permitir un flujo de aire adecuado para evitar que se sobrecalienten. Pero hacia el final del engorde, cuando el espacio libre es muy limitado, tener un 30%, un 20% o incluso un 10% más de pollos en el extremo de los paneles dificultará dramáticamente su acceso al pienso y al agua, así como la pérdida de calor. Y esto originará que los pollos cerca de los paneles ganen mucho menos peso hacia el final de la crianza que aquellos otros en el extremo de los ventiladores.
Fuente:
Michael Czarick y Brian Fairchild. Poultry Housing Tips, vol. 35, nº 8.