Una investigación dirigida por científicos del Instituto Ineos Oxford para la investigación antimicrobiana de la Universidad de Oxford ha descubierto que las aves silvestres como patos y cuervos que viven cerca de los humanos, por ejemplo en las ciudades, son propensas a portar bacterias con resistencia antimicrobiana (RAM). Esto crea una necesidad urgente para que los responsables políticos y los servicios de salud consideren las diferentes formas en que las bacterias resistentes a los antibióticos pueden propagarse fuera de los entornos hospitalarios.
«Nuestro estudio demuestra que las poblaciones de aves silvestres en las ciudades son reservorios de bacterias resistentes a muchos antibióticos importantes para los humanos. Existe una necesidad urgente de entender cómo la actividad humana está influyendo en la propagación de enfermedades zoonóticas y la RAM», afirma el profesor Samuel Sheppard, del Instituto Ineos Oxford para la investigación antimicrobiana y del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford.
La RAM se produce cuando los microbios causantes de enfermedades, como las bacterias, se vuelven resistentes a los antibióticos que de otro modo los matarían. En el Reino Unido, se estima que 58.224 personas tuvieron una infección grave resistente a los antibióticos en 2022, y 2.202 murieron. A nivel mundial, la RAM fue directamente responsable de aproximadamente 1,27 millones de muertes en 2019, y la Organización Mundial de la Salud la ha descrito como una de las principales amenazas globales para la salud pública y el desarrollo.
En un nuevo estudio publicado esta semana en Current Biology (Cell Press), los investigadores analizaron 700 muestras de bacterias tomadas de los intestinos de 30 especies de aves silvestres en 8 países. Examinaron Campylobacter jejuni, una bacteria zoonótica común causante de diarrea que se encuentra en los microbiomas intestinales de las aves. Las enfermedades zoonóticas son aquellas que pueden propagarse entre animales y humanos.
Utilizando análisis genómico, estudiaron la diversidad de cepas de C. jejuni, así como la presencia de genes asociados con la RAM. Se desarrolló un nuevo modelo estadístico para estudiar la relación entre estos y varios factores, incluyendo el comportamiento de las aves y su ubicación.
Se encontraron marcadores genéticos asociados con la RAM en todas las especies de aves estudiadas. Se descubrió que las aves silvestres que viven cerca de los humanos, como cuervos y patos, contenían una gama más amplia de cepas bacterianas y hasta tres veces más genes de RAM que las aves que viven en entornos más aislados como las montañas. Esto incluía genes asociados con la resistencia contra muchos antibióticos de uso común en humanos, incluyendo fluoroquinolonas y betalactámicos.
El profesor Samuel Sheppard, Líder de Microbiología Digital y Bioinformática del Instituto Ineos Oxford para la investigación antimicrobiana y del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford, autor principal del estudio, dijo: «La resistencia antimicrobiana (RAM) es un problema complejo que afecta no solo a la salud humana sino también a los animales y al medio ambiente. Las aves silvestres tienen el potencial de transferir RAM a largas distancias al ganado criado para el consumo de carne y a los animales de compañía como las mascotas. Esto puede tener implicaciones económicas para la agricultura, el bienestar animal y la seguridad alimentaria».
Los animales que viven en áreas urbanas están expuestos a diversas fuentes de bacterias resistentes a los antimicrobianos, como ríos contaminados por aguas residuales, y podrían desempeñar un papel en su propagación a los humanos. A medida que las poblaciones humanas continúan creciendo, la urbanización perturba el entorno existente así como a los animales que viven allí. Esto conduce a un mayor contacto entre humanos y animales silvestres, proporcionando nuevas oportunidades para la propagación de patógenos zoonóticos.
«Nuestro estudio destaca la necesidad de una acción global coordinada que considere la conservación de la vida silvestre, la salud pública y la agricultura, para limitar los impactos de largo alcance de la RAM», afirma el profesor Samuel Sheppard.
A pesar de esta amenaza para la salud global, ha habido poca investigación sobre cómo la perturbación del hábitat afecta a las bacterias portadas por animales que viven cerca de los humanos. Este nuevo estudio proporciona evidencia cuantitativa importante para la transmisión de RAM a través de los ecosistemas, y destaca los roles interconectados de los humanos, los animales y el medio ambiente en la contribución a la propagación de la RAM.
Las aves pueden viajar largas distancias, y muchas especies identificadas en este estudio, como cuervos y tordos, son prevalentes en entornos urbanos, en estrecho contacto con los humanos. Los datos proporcionados por esta investigación serán invaluables para futuros estudios para comprender el impacto total de la expansión humana en la propagación de patógenos zoonóticos y RAM.
El estudio «La proximidad a los humanos está asociada con patógenos entéricos resistentes a los antimicrobianos en los microbiomas de aves silvestres» ha sido publicado en Current Biology.
*Los países incluidos en el estudio fueron Canadá, Finlandia, Italia, Lituania, Japón, Suecia, el Reino Unido y los Estados Unidos.
Para saber más: «Proximity to humans is associated with antimicrobial-resistant enteric pathogens in wild bird microbiomes» Mourkas, Evangelos et al. Current Biology, Volume 34, Issue 17, 3955 – 3965.e4