En EE.UU. hay cerca de 2.000 granjas avícolas ecológicas, según los censos de ganadería ecológica de 2021 del Departamento de Agricultura (USDA), que se enfrentan a numerosos obstáculos, como la gestión de enfermedades, la disponibilidad de piensos, la eficiencia de la producción, la inocuidad de los alimentos y la comercialización de los productos.
Esta nueva línea de ayudas contará con una subvención de 3,34 millones de $ del USDA para Investigación y Extensión de Agricultura Ecológica. Dirigida por Abhinav Upadhyay, investigador de Universidad de Connecticut, Facultad de Agricultura, Salud y Recursos Naturales (CAHNR), utilizará la experiencia científica de vanguardia para abordar algunos de los ratos apremiantes. Las otras instituciones colaboradoras son las Universidades de Minnesota, de Arkansas, de Kentucky y de Tennessee, así como el Servicio de Investigación Agrícola de Arkansas.
El proyecto se centrará en 4 áreas principales de investigación:
-. seguridad microbiana: para garantizar que los productos avícolas ecológicos sean seguros para el consumo,
-. mejorar la salud y la productividad general de las aves a través de prácticas de manejo de la salud intestinal,
-. mejorar la calidad de los productos para cumplir las expectativas de los consumidores y la percepción de estos para abordar la dinámica de costos y
-. mejorar la comerciabilidad y la aceptación.
«El objetivo de este proyecto no es solo abordar los retos existentes en la avicultura ecológica, sino también proporcionar soluciones sostenibles que puedan adoptarse a nivel mundial», dijo Upadhyay.
Seguridad microbiana en avicultura
Hay dos patógenos de gran preocupación para todos los avicultores: Salmonella y Campylobacter jejuni. Combinados, son responsables de 2 millones de infecciones humanas transmitidas por los alimentos cada año solo en EE. UU.
«Nuestro impulso para incluir la seguridad microbiológica como nuestro objetivo número uno fue garantizar que los productos que salen al mercado a través de las aves de corral ecológicas sean seguros para el consumo humano», dice Upadhyay.
El equipo utilizará ingredientes activos de los aceites esenciales de canela, orégano y clavo como antimicrobianos orgánicos. Kumar Venkitanarayanan, decano asociado de investigación y educación de CAHNR y coinvestigador de la subvención, ha trabajado en este tema durante años, estableciendo que los aceites esenciales son un antimicrobiano orgánico eficaz.
Debido a que los aceites esenciales son solo eso, aceites, deben modificarse para integrarse sin problemas en el agua potable de los pollos. Upadhyay y Yangchao Luo, profesor asociado en el Departamento de Ciencias de la Nutrición y otro co-investigador, desarrollarán emulsiones que se utilizarán como suplementos de agua potable para pollos ponedoras.
«Nuestro equipo está formado por científicos jóvenes, y de alto nivel con una amplia experiencia en diversos aspectos de la producción avícola y la seguridad, lo que nos hace estar bien equipados para abordar estos problemas desde múltiples ángulos».
«Los aceites esenciales son increíbles, excepto por tener una baja solubilidad en agua«, explicó Upadhyay. «Entonces, para superar eso, en este proyecto estamos desarrollando emulsiones solubles en agua».
Este método no solo es apropiado para los productores ecológicos, sino que, dado que los promotores de crecimiento antibióticos están prohibidos, todos los avicultores podrían beneficiarse de la tecnología.
Anup Kollanoor Johny ’11 (CAHNR) de la Universidad de Minnesota probará la eficacia de las emulsiones fitoquímicas anti-Salmonella en pavos.
Mary Anne Amalaradjou, coinvestigadora de la beca y profesora asociada en UConn, ha demostrado la eficacia de los probióticos para mejorar la salud y el crecimiento de los pollos.
Este proyecto explorará el potencial de los probióticos encapsulados para controlar los patógenos mencionados en broilers y ponedoras. El equipo también probará una nueva vacuna que protege a las aves contra ambos patógenos utilizando versiones «muertas» de la bacteria in-ovo.
Las colaboradoras Palmy Jesudhasan, Komala Arsi y Annie Donoghue del USDA liderarán esta iniciativa, inyectando a los huevos en incubación y luego analizando a los pollitos para determinar si respuesta de la vacuna a anticuerpos indica que ha estimulado eficazmente el sistema inmunológico.
Salud intestinal y eficiencia productiva
Además de probar el potencial antimicrobiano de las emulsiones fitoquímicas y los probióticos encapsulados, el equipo investigará el potencial de estas intervenciones en la salud general y la eficiencia de la producción en aves ecológicos a través de pruebas de laboratorio y de campo.
Pramir Maharjan, de la Universidad de Tennessee, liderará los esfuerzos en los estudios de campo junto con investigadores de otras instituciones participantes. «Los interesados de otros lugares de EE. UU. están dispuestos a probar nuestros tratamientos de emulsión y probióticos a través de ensayos de campo», ha dicho Upadhyay. «Esto generará datos críticos para nosotros para futuras aplicaciones de la industria».
Zhenlei Xiao, profesor de la Universidad de Connecticut, y Casey Owens, de la de Arkansas, investigarán el impacto de la suplementación de las aves con emulsiones fitoquímicas y probióticos en la calidad del huevo y la carne.
«A través de nuestras diversas intervenciones en la subvención, nos centramos en cómo podemos mejorar la calidad de los huevos y la carne ecológicos», ha dicho Upadhyay.
Por otra parte, los economistas del proyecto, dirigido por Jeda Thompson, de la Universidad de Arkansas, ayudarán a los criadores ecológicos a desarrollar una estrategia de comercialización para hacer que sus productos sean más atractivos para los consumidores y llevarán a cabo un análisis de costo-beneficio de los diversos enfoques que se están desarrollando en el proyecto.
Ampliar la investigación a las partes interesadas, los consumidores y los estudiantes
En colaboración con profesores de extensión de la Universidad de Kentucky (Jacqueline Jacob), la de Minnesota (Anup Kollanoor Johny) y la de Tennessee (Pramir Maharjan), el proyecto difundirá sus hallazgos a través de conferencias, talleres, redes sociales y seminarios web, dirigidos a comunidades científicas, productores ecológicos y al público en general.
«Esta iniciativa se alinea con los objetivos de la investigación ecológica y extensión», dijo Indu Upadhyaya, coinvestigadora y profesora de extensión de seguridad alimentaria de UConn en el proyecto. «Nos estamos enfocando en llevar a cabo proyectos de extensión en las granjas y desarrollar herramientas educativas que reunirán a los usuarios finales con el equipo del proyecto».
Además, el proyecto desarrollará materiales didácticos y un novedoso programa de certificación en línea para capacitar a la próxima generación en la producción ecológica, asegurando el impacto de los resultados del proyecto al finalizar la subvención.