lunes, diciembre 23, 2024

El lado bueno de la oscuridad

Inspirada en la naturaleza, la iluminación variable favorece el bienestar de los broilers.

Como ya es sabido, la intensidad, la longitud de onda y la duración de la iluminación influyen en la actividad de los broilers, la ingesta de pienso y agua, y la productividad general. También se sabe que la intensidad de la luz afecta el bienestar y la mortalidad de los animales. Sin embargo, hay poca investigación que respalde las recomendaciones actuales de iluminación y, hasta hace poco, pocos estudios han analizado cómo la iluminación afecta el bienestar de los pollos.

Un estudio reciente, dirigido por Seong Wook Kang, director de la Estación Experimental Avícola de la Universidad de Arkansas, examinó las preferencias de iluminación de los broilers. El estudio, a escala comercial, se llevó a cabo en la granja de Investigación de broilers de Tyson Foods en Springdale, Arkansas, y reveló que los broilers tienen preferencias de iluminación, y que el ofrecerles la posibilidad de elegir tiene beneficios, como es una mejor conversión alimenticia, una menor respuesta al miedo y menos problemas relacionados con su bienestar.

Sus hallazgos podrían cambiar las reglas de la crianza en cuanto al bienestar de los broilers a escala mundial. Inspiradas en la naturaleza pues si bien la gran mayoría de las granjas comerciales de broilers tienen unas condiciones de iluminación uniformes, en la naturaleza, las aves rojas de la selva viven en los bosques tropicales y en ellas la luz se recibe de forma desigual.

Inspirándose en la naturaleza, Kang ha intentado saber si la luz artificial no uniforme podría utilizarse como herramienta para promover el bienestar y el rendimiento de los broilers. En 2016 buscó responder a esta pregunta mediante una serie de pruebas e, intrigado por los resultados, Tyson Foods ofreció su granja de investigación para probar los efectos de la «iluminación degradada» o «iluminación por zonas» en condiciones a escala comercial, brindando a Karen Christensen, directora de Bienestar Animal de la empresa, a trabajar en colaboración con Kang en el proyecto.

Los broilers son de naturaleza diurna, lo que significa que comen cuando se encienden la luz y descansan cuando ésta se apaga. En la mayoría de las granjas los programas de iluminación ofrecen 16 horas de luz y 8 de oscuridad. Cuando se enciende la luz los pollos se mueven inmediatamente hacia los comederos. Por ello, en sus pruebas iniciales, con el fin de estimular la alimentación, Kang instaló la iluminación directamente sobre estos, observando que los pollos se dirigían a zonas más oscuras para descansar activamente una vez que estaban satisfechos, por lo que quiso saber si podía manejar la iluminación para su beneficio.

Resultados de las pruebas: una mejora en todos los indicadores de los broilers

En el estudio a escala comercial, los pollitos recién nacidos se instalaron en 4 naves comerciales para unos 20.000 broilers o más, todas ellas divididas en 4 secciones. A los 7 días de edad comenzaron a aplicarse 4 sistemas de iluminación, todos ellos con 8 h de oscuridad: iluminación con 5 lux o 20 lux, luz natural (480’ lux) y luz variable (de 2 a-540 lux), en todo caso con luces LED. Los pollos podían elegir entre la zona bien iluminada con el pienso y el agua y las más oscuras para el descanso activo.

A continuación, Kang comparó los lotes, evaluando parámetros como el comportamiento, la mortalidad, el estado de las patas , los rendimientos y los aspectos indicadores del bienestar.

En sus primeras observaciones, Kang observó que los pollos se peleaban mucho más en las naves muy iluminadas y los rendimientos general eran peores. En las naves de luz variable, donde se le dio a elegir a los polos, se observó una mayor uniformidad, pareciendo los pollos más tranquilos y observándose que el número de agujeros para el baño de polvo era significativamente mayor que los que se encuentran en las naves de luz natural y en las naves de 5 y 20 lux.

Los investigadores descubrieron que la iluminación gradual por zonas ofrece a los pollos de engorde mejor bienestar al permitirles elegir, promoviendo la diversidad de comportamientos y mejorando la salud en los broilers. FOTO: Once

Inicialmente, Kang dijo que quería llevar a cabo el estudio para abordar los problemas de cojeras, pensando que el aumento de la actividad durante las primeras etapas del desarrollo podría mejorar la salud de las patas a largo plazo. Y tenía razón pues, en el matadero, el número de pollos aves por problemas en ellas se redujo en un 30 % en las naves con iluminación variable. Según Kang, «antes, la nave no era bastante emocionante pues. las condiciones eran demasiado uniformes y el proporcionar unas diferentes condiciones de iluminación permite elegir a los pollos si prefieren ir: zonas más brillantes u más oscuras».

Pero no fue solo las cojeras lo que mejoró. De hecho, las actividades físicas diarias, el estado de la almohadilla plantar, la respuesta al miedo a objetos novedosos, el peso corporal y el índice de conversión se vieron afectados positivamente por el programa de iluminación de intensidad variable. Además, con ella el coste de la iluminación se redujo en un 70 %.

Según Karen Christensen, en Tyson estaban impacientes por participar en el estudio y sus recomendaciones en torno a los programas de iluminación eran variadas y a menudo contradictorias. «Eso fue realmente preocupante para nosotros porque no nos importaba cuál era la intensidad de la luz, pero queríamos asegurarnos de que fuera la adecuada para el ave», dice Kang. «Simplemente no parecía haber mucha investigación sobre algunas cifras que se citaban «.

De acuerdo con sus observaciones, hubo una diferencia palpable en el comportamiento de los pollos bajo los diferentes programas de iluminación. Los criados en las naves con iluminación variable estaban visiblemente más tranquilos, pero lo interesante es que no solo estaban sentados sino también descansando. Están comiendo activamente alrededor de los comederos y moviéndose en la zona de transición entre las líneas de bebederos, donde todavía hay bastante luz, y luego se mueven a las zonas más oscuras donde descansan y se sienten seguros.

Pero no solo fue la quietud y la calma, o el movimiento lo sorprendente sino el apreciar unos agujeros en la cama donde los pollos se habían bañado en el polvo. «Realmente sentimos que es un comportamiento de confort», dice Karen. «Eso solo ocurre cuando los pollos se sienten realmente seguros y protegidos». Los investigadores no solo observaron un mejor estado de las patas, sino también mejoras en el índice de conversión, al contrario de lo que se creía cuando se observa más movimiento.

El gigante avícola Tyson tras estas evidencias cree tanto en los beneficios de la iluminación degradada que ha tomado la decisión de hacer la transición en sus 3.100 naves de broilers. Si bien es un proyecto enorme, sus granjas integradas también creen en él y apoyan la transición. En conjunto, el programa de iluminación de intensidad variable ofrece varios beneficios a los avicultores de carne pues promueve el comportamiento natural de los pollos y su actividad física, lo que mejora el estado de la almohadilla plantar y la salud de las patas.

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