La luz es un factor ambiental crítico para los broilers ya que afecta a numerosos aspectos de la producción, como el crecimiento, la salud, la fisiología y el bienestar. La capacidad de la luz para influir en todos estos aspectos en las aves domésticas está bien documentada y ha atraído la atención de los investigadores durante más de 100 años.
El entorno en el que se crían actualmente los broilers es muy diferente que el de sus antepasados de los que han evolucionado. En la naturaleza, los pollos están expuestos a una variedad de circunstancias y condiciones ambientales, incluyendo diferentes duraciones de los días y la intensidad de luz.
La iluminación es una herramienta de manejo clave en la producción de broilers, aunque la investigación sobre la misma en las naves comerciales es relativamente reciente. Se ha demostrado que el empleo de las luces LED mejora el rendimiento de la producción y que una mayor adaptación de esta tecnología puede proporcionar mejoras adicionales. Además, informes recientes han sugerido que el ambiente de iluminación óptimo para la producción de los broilers puede ser una distribución NO UNIFORME de la intensidad lumínica.
Longitud de onda e intensidad de la iluminación para pollos
El programa de iluminación sigue siendo de vital importancia ya que está relacionado íntimamente no solo con el del ritmo y la fisiología de los broilers, sino también con la secreción de las hormonas relacionadas con el crecimiento. Un régimen de iluminación adecuado en cuanto a la intensidad, el fotoperíodo y la longitud de onda (color) es fundamental para su crecimiento y bienestar.
La longitud de onda también influye en los niveles de miedo y estrés pues se ha observado que los de los pollos criados bajo luz azul tenían menos temor que aquellos otros criados bajo luz blanca. Y también se ha observado que los broilers que los ciertos bajo una luz dual (cálida (2,700 K) y fría (5,000 K)) exhibieron un claro patrón preferencial por aquella durante la primera y la última hora de un fotoperíodo de 16 horas.
Los impactos en el comportamiento de los pollos pueden sugerir que los programas de iluminación con diferentes longitudes de onda e intensidades de luz pueden ser una herramienta utilizable para mejorar el bienestar y la producción. Sin embargo, es importante comprender el origen de los cambios de comportamiento y si están relacionados con la capacidad visual u otro factor crítico.
El programa de iluminación sigue siendo de vital importancia porque la misma se ha asociado íntimamente no solo con el del ritmo y la fisiología sincrónica de los broilers, sino también con la secreción de las hormonas relacionadas con el crecimiento. Un régimen de iluminación adecuado en cuanto a la intensidad, el fotoperíodo y la longitud de onda (color) es fundamental para el crecimiento y el bienestar de los broilers. Y la longitud de onda también influye en los niveles de miedo y estrés de los broilers pues se ha observado que los de los pollos criados bajo luz azul eran más bajos que los de aquellos otros criados bajo luz blanca. ).
En pruebas experimentales se ha constatdo que los broilers criados bajo una luz dual (cálida (2,700 K) y fría (5,000 K) , exhibieron un claro patrón preferencial por la luz cálida durante la primera y la última hora de un período de luz de 16 horas.
Los impactos en el comportamiento de las aves pueden sugerir que los programas de iluminación con diferentes longitudes de onda e intensidades de luz pueden ser una herramienta utilizable para mejorar los aspectos de bienestar y producción. Sin embargo, es importante comprender el origen de los cambios de comportamiento y si están relacionados con la capacidad visual u otro programa de iluminación variable de broilers.
Por ejemplo, la salud de las patas es una de las causas más prevalentes de una mortalidad tardía y triaje en las manadas comerciales. Numerosos investigadores han indicado que el aumento de la actividad locomotora en los broilers puede mejorar el bienestar de las aves y varios estudios sobre el tema sugieren que el efecto estimulante de la luz brillante sobre la actividad locomotora puede mejorar la condición de las patas.
Esto se explica por el hecho de que el aumento del comportamiento voluntario natural y la actividad física puede mejorar el estado de la almohadilla plantar y la salud de las patas, lo que se consigue con un programa de iluminación variable.
Los estudios sobre una intensidad de luz dual han indicado que cuando las aves pueden elegir entre comer en un zona más iluminada que otra, tienen un mayor consumo de pienso en la zona más iluminada (20 lux) en comparación con la más oscura (2 lux ). Y si bien no hubo diferencias significativas en los parámetros de producción (peso corporal e índice de conversión), lo observado en torno a su bienestar sugiriere la mejora de éste en los pollos criados con intensidad de iluminación variable.
Pocos estudios han examinado el efecto de la luz natural en el rendimiento, el bienestar, la salud y el comportamiento. Sin embargo, no se han encontrado diferencias en los indicadores de bienestar (cojera, dermatitis plantar, quemadura de tarsos, limpieza y lesiones) entre las aves en una granja comercial solo con luz natural y otra con éste suplementada con luz artificial. Pero otro estudio sugiere que los broilers preferían la luz natural (280 a 900 lux a un solo iluminación artificial (22 a 44 lux después de 18 días de edad y también se ha observado que los pollos criados en condiciones comerciales con luz natural (de promedio, unos 85 lux tienen una mayor actividad y un mejor estado de las patas que los criados solo con iluminación artificial (11,4 lux).
También se ha demostrado que las intensidades de luz más bajas reducen la actividad de los pollos el canibalismo y escarbar en la cama, mientras que los niveles más altos promueven una mayor actividad, lo que puede explicar algunas de las diferencias observadas en los estudios sobre luz natural.
Un área que ha recibido una mayor atención en los últimos años ha sido la entrada incontrolada de luz natural en las naves a través de los extractores de los túneles, las entradas de las paredes laterales y otros lugares, lo que aumenta la variabilidad temporal y espacial de su intensidad. En una experiencia se ha informado de un índice de conversión y un consumo de pienso significativamente más altos para las aves criadas con luz variable para imitar la enorme variación que hay en la misma al lado de los extractores del túnel, en comparación con los valores de los pollos criados con una intensidad constante de 2,5 lux. Y también se ha informado de unas intensidades de hasta 6.000 lux en naves de broilers con luz natural en comparación con otras con iluminación artificial tradicional, más de 600 veces superiores a los niveles generalmente aceptados en la actualidad por el sector del broiler.
La nueva tendencia: aplicar gradientes de luz dentro de la nave para que los pollos puedan elegir
Cada vez hay más pruebas que indican que centrarse en una única intensidad de luz y color uniformes (Figura 1) a aplicar de forma uniforme a lo largo del tiempo (edad) y el espacio (el entorno de crianza) puede haber sido un error. Con el mayor enfoque del sector avícola en el bienestar animal, los programas de iluminación en gradiente (Figura 2) que proporcionan unos niveles brillantes de luz cerca de las líneas de comederos y otros mucho más bajos cerca de las paredes y permiten a los broilers «elegir» la zona preferida están atrayendo mucha atención.
Los pollos han mostrado una preferencia por la luz de mayor intensidad cuando tienen un comportamiento activo (como comer), pero prefieren áreas más tenues cuando descansan. Se ha demostrado que la intensidad de la luz afecta a la actividad, pero la mayoría de los estudios se han centrado en intensidades de luz constantes y uniformes para determinar su efecto sobre el bienestar y el rendimiento. Sin embargo, se ha informado de un fuerte efecto del contraste de la intensidad de luz en el comportamiento y la salud y se sugiere que un alto contraste en la intensidad se asociaba con fuertes ritmos de comportamiento.
La visión es probablemente el sentido dominante en las aves domésticas, y la evolución de la visión está determinada, al menos en parte, por la luz natural disponible, con sus gradientes de la solar directa y sombras, en las selvas del sudeste asiático donde se originaron los antepasados de los broilers actuales. Sin embargo, los broilers comerciales actuales se alojan en condiciones de luz tenue porque se supone que mejoran la productividad y conversión alimenticia, al mismo tiempo que reducen su actividad general y los episodios de picaje.
Si las aves perciben distintas intensidades de luz de forma diferente ello puede influir en su comportamiento. Manser (1996) sugirió que las intensidades entre 5 y 22 lux. actualmente utilizadas para broilers y pavos, pueden contribuir a una disminución de su participación en el comportamiento exploratorio y las interacciones sociales y a una alta prevalencia de anomalías en las patas, mortalidad, anomalías oculares, ampollas pectorales y miedo. Esto indica el potencial para un enriquecimiento del entorno y, en consecuencia, para mejorar el bienestar a través de un gradiente de iluminación y justificar una investigación adicional.
Numerosos informes indican que las aves tienen preferencias por intensidades de luz específicas en función de su edad.
Cuando se les proporcionó una elección entre unas intensidades de 6, 20, 60 y 200 lux, los broilers de dos semanas de edad prefirieron la más elevada en todos sus comportamientos. Sin embargo, a las 6 semanas tuvieron una mayor actividad por debajo de 200 lux, descansando con menos de 6 lux. Y en otra prueba se observó que cuando se ofreció a los broilers la opción de elegir, la mayorá de ellos se encontraron desproporcionadamente dispersos en las zonas con pienso y agua disponibles iluminadas con 20 lux, así como en otras mal iluminadas (1 lux), sin alimento ni agua, en comparación con otras áreas con pienso y agua e iluminadas con 5 lux.
También se ha observado que un programa de intensidad de luz variable aumenta los comportamientos naturales voluntarios y la actividad física de los broilers, mejorando las ganancias de peso y el índice de conversión alimenticia, así como la expresión génica del indicador cerebral de bienestar.
Estos estudios tienden a sugerir que una intensidad de luz uniforme que los criadores han utilizado durante años puede no ser la mejor opción para los broilers. Y ese hecho no pasa desapercibido para los proveedores de sistemas de iluminación, habiendo ahora en el mercado múltiples opciones de ésta en gradiente y otros en fase de prueba.
Resumen: la iluminación está en evolución, no demos nada por sentado.
Los programas de iluminación del sector del broiler continúan evolucionando y están lejos de ser una ciencia exacta. Las respuestas a las cambiantes demandas de los consumidores de unos programas de luz alternativos y unas mejores condiciones de bienestar han dado lugar a una reevaluación de los programas de iluminación por parte del sector comercial del broiler en los últimos años.
Una variedad de programas de iluminación está actualmente ya en uso o se están estudiando en todo el sector del broiler. Estos van desde el volver a disponer de ventanas en las paredes para permitir la entrada de luz natural hasta el concepto más reciente de iluminación de gradiente o intensidad variable que permite a las aves «elegir» el nivel de luz que desean durante su crecimiento. Esto a menudo significa una iluminación de mayor intensidad cerca de los comederos y bebederos, donde los niveles de actividad son altos, y un nivel de luz mucho más bajo cerca de las paredes para descansar donde son más bajos.
A pesar de nuestro conocimiento de la importancia de la luz para los broilers, el sector continúa buscando el programa de iluminación ideal que pueda proporcionar el rendimiento de producción, el crecimiento, la salud y los beneficios de bienestar que deseamos. Esto reta a los fabricantes de iluminación a desarrollar nuevas opciones que puedan satisfacer las necesidades de un sector avícola cambiante. La colaboración continua entre los fabricantes de iluminación y el sector avícola es fundamental para abordar los retos pendientes y permitir la mejora de las prácticas de ésta para los broilers.
Autor: Tom Tabler, Profesor en la University of Tennessee con más de 40 años de experiencia en avicultura.