El pasado mes de junio la Guardia Civil ha desmantelado las instalaciones donde se iba a celebrar una multitudinaria pelea de gallos en la población de Fuente Álamo , Murcia, España. Cincuenta gallos de la raza combatiente español, algunos con mutilaciones en crestas y babillas, aguardaban al evento en una finca agrícola en la que todo estaba listo para los enfrentamientos.
En el interior de la nave existía un tentadero fijo con más de 200 asientos, una zona de jaulas con 50 gallos de la raza combatiente español y una estancia a modo de bar
Dos personas han sido investigadas por un delito de maltrato animal en grado de tentativa y otro de defraudación de fluido eléctrico
Se han intervenido casi 40.000 euros en efectivo que supuestamente estaría relacionado con las apuestas
El tentadero en el que se iban a celebrar las peleas recordaba más a un ring de boxeo que a un corral o un gallinero, con una plaza circular en el centro, con números rojos y negros y, alrededor, 200 butacas dispuestas en círculo alrededor de la misma, en gradas.
Este tentadero ilegal contaba incluso con marcadores electrónicos para dar a conocer la puntuación en las peleas. También una báscula para el pesaje de las aves e instrumental sanitario. El tentadero era una estructura fija y en general nada en el mismo tenía apariencia de provisionalidad. La luz estaba enganchada al tendido eléctrico.
En la parte trasera del tendedero se ubicaban las jaulas donde medio centenar de gallos esperaban el momento de la pelea. Esta práctica es algo habitual con estas aves, a las que les quitan crestas y barbillas para facilitar la pelea y evitar que sean heridas con facilidad. Asimismo, contaban con espolones muy afilados, también característicos de estas razas de pelea.
Fuentes cercanas detallan que las instalaciones no se correspondían con un criadero, sino solo un lugar de guarda hasta el momento de las peleas, es decir, lo mismo que los chiqueros de las plazas de toros donde estos aguardan hasta el momento de la corrida. En las instalaciones, los agentes hallaron también unos 40.000 euros en metálico, dinero destinado a las apuestas.
La investigación, que se ha prolongado durante varias semanas, ha terminado con la detención de un hombre al que se considera organizador de la pelea que se iba a celebrar, al que se acusa de un delito de maltrato animal en grado de tentativa. También se ha identificado al propietario de la finca donde se ubicaban las instalaciones y al que se acusa de defraudación de fluido eléctrico.