Tras años de lento crecimiento, el mercado mundial de la carne de ave está volviendo a niveles históricos, y se prevé que 2024 acabe cerrando el año con un crecimiento anual del 2,5-3%.
El repunte en el consumo de carne de ave se debe a los menores costes de producción y a la sólida recuperación de la demanda, según el último informe de proteína animal de Rabobank.
«La sólida posición de precios de las aves frente a otras proteínas en la mayoría de los mercados, junto con la fuerte demanda minorista, la recuperación de la demanda de servicios de alimentos y el aumento de las estrategias de sostenibilidad que respaldan la demanda, están respaldando un rápido crecimiento», ha comentado Nan-Dirk Mulder, analista senior de proteína animal de RaboResearch.
Si bien el panorama mundial de las industrias avícolas se ha mantenido relativamente rentable, China y Japón siguen sufriendo un exceso de oferta local. El rápido crecimiento de la producción, en combinación con unas condiciones económicas locales más difíciles y una menor confianza de los consumidores, ha sido el principal impulsor, con precios relativamente bajos y existencias en aumento. Esto también ha pesado sobre las importaciones, con grandes caídas interanuales en las de pollo crudo a China y Japón en el primer semestre de 2024.
La sector europeo de la carne de ave está teniendo un buen desempeño, como resultado de la fuerte demanda y los ligeros descensos en los precios de los piensos. Los precios de la carne de pechuga se han mantenido firmes, y Polonia, el mayor país productor y exportador de pollo de Europa, registró precios un 11% más altos en agosto 2024 respecto agosto 2023.
Mientras que los precios del pollo entero y las patas también fueron más altos en 2024 respecto 2023, con un aumento del 5% y el 2% respectivamente, las alitas tuvieron una ligera caída, un 1% menos.
La tendencia bajista en los mercados del maíz y la soja ha hecho bajar los precios de los piensos, y Polonia ha experimentado una caída interanual del 9% en estos.

Se espera que la producción en Europa aumente entre un 3% y un 4% interanual, ya que la demanda se ve impulsada por su menor huella medioambiental en comparación con la carne de vacuno y cerdo.
Las importaciones totales aumentaron un 3% en el primer semestre de 2024, debido principalmente a la recuperación de las importaciones procedentes del Reino Unido. Sin embargo, las de proveedores clave (Brasil, Ucrania y Tailandia) disminuyeron un 4% interanual.
No obstante, las perspectivas globales en general se perfilan como buenas en general. Se prevé que el comercio mundial crezca en consonancia con el aumento de la demanda mundial de carne de aves, aunque en el contexto de la actual volatilidad. El debilitamiento de la demanda de dedos de pollo en China ejercerá presión sobre los precios, pero se espera que los precios de la carne de pechuga y el pollo procesado se mantengan firmes, en línea con las sólidas condiciones del mercado en Europa y Asia.
Las perspectivas para la carne de ave europea siguen siendo sólidas y el principal reto es mantener el equilibrio de los mercados en un entorno alcista.
Las tensiones en Oriente Medio y el consiguiente desvío del comercio a través de Sudáfrica seguirán pesando sobre el comercio entre Asia y Europa debido a los largos tiempos de transporte y a los mayores costes. Y el despliegue de EUDR hará que los precios de la harina de soja aumenten entre un 5% y un 10%.
La influenza aviar también sigue siendo un reto para el sector, pero, de promedio, la presión está disminuyendo. En 2024 la UE ha registrado el número más bajo de brotes de gripe aviar desde julio de 2019, y Sudáfrica se ha mantenido libre de brotes en las granjas comerciales y la producción de pollos se ha recuperado por completo (aunque la producción de huevos sigue viéndose muy afectada).
Estados Unidos es una de las excepciones, con brotes en curso durante los meses de verano que afectan significativamente al sector del huevo. A medida que avanza el invierno en el hemisferio norte, creemos que los riesgos volverán a aumentar.
«En un contexto con altos riesgos continuos, como enfermedades, la volatilidad de los precios de los piensos y las tensiones geopolíticas, la disciplina de crecimiento de la oferta es importante para seguir operando en condiciones de mercado equilibradas», advierte Mulder.
«De lo contrario, las actuales condiciones alcistas del mercado podrían empujar a los productores a expandirse de manera demasiado optimista, lo que llevaría a un exceso de oferta como se ha visto en China y Japón».