La nueva administración Trump favorecerá aumentar las velocidades de las líneas de procesado en las Plantas Avícolas y Porcinas. La medida es un impulso a la eficiencia y a acelerar la automatización pero proyecta sombras sobre la seguridad laboral y la seguridad alimentaria.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha anunciado el pasado 17 marzo 2025 una nueva directiva trascendental que permitirá a las líneas de sacrificio y despieze de las plantas de procesamiento de aves y cerdos operar a velocidades de línea más altas. La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, hizo público este cambio de política, destacando que la medida busca empoderar a las empresas para operar de manera más eficiente, manteniendo al mismo tiempo altos estándares de seguridad alimentaria. Esta decisión ha generado una división clara entre la industria cárnica, que aplaude la medida como un avance necesario para la competitividad, y los sindicatos de trabajadores, que advierten sobre los riesgos significativos para la seguridad laboral y la seguridad alimentaria.
Los detalles de la nueva directiva del USDA
La directiva ha dado ordenes al Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS) del USDA a extender las exenciones que permiten a las instalaciones porcinas y avícolas mantener velocidades de línea más altas. Además, se iniciará un proceso de reglamentación para formalizar estos aumentos de velocidad de manera permanente.
Según la nueva secretaria Brooke Rollins, designada por Donald Trump, esta nueva política garantizará que las plantas de procesado avícola y las de porcino puedan satisfacer la demanda sin interferencia gubernamental excesiva, manteniendo los estándares de seguridad alimentaria. La directiva tiene como objetivo eliminar los requisitos administrativos obsoletos , según la opinión de la administración Trump, que han ralentizado la producción y añadido costos innecesarios para los productores estadounidenses.
Rollins enfatizó que «Estados Unidos lidera el mundo en la producción de carne de cerdo y aves, y estamos comprometidos a garantizar que nuestros productores sigan siendo competitivos a escala global sin verse frenados por una burocracia innecesaria«. Añadió que se está reduciendo la burocracia innecesaria, empoderando a las empresas para operar de manera más eficiente y fortaleciendo la agricultura estadounidense, todo ello manteniendo los más altos estándares de seguridad alimentaria.
Un aspecto crucial de la nueva directiva es que el FSIS ya no exigirá a las plantas que presenten datos redundantes sobre seguridad laboral. Rollins declaró que extensas investigaciones han confirmado que no existe un vínculo directo entre las velocidades de procesamiento y las lesiones en el lugar de trabajo. El USDA afirmó que estas reformas fortalecerán la autosuficiencia y producción de alimentos de EEUU, reducirán los costos para los productores y respaldarán una cadena de suministro más resiliente.

La medida ha sido bien acogida por la industria avícola y porcina
La nueva directiva ha recibido la aprobación de importantes asociaciones de la industria, como el Consejo Nacional del Pollo (NCC), el Consejo Nacional de Productores de Cerdo (NPPC) y el Meat Institute.
El sector avícola de los EEUU, en voz del presidente del NCC, Harrison Kircher, aplaudió la acción, que según dijo, se adhiere a principios basados en la ciencia y sigue 25 años de experiencia, estudios y datos sobre el aumento de las velocidades de línea en las plantas de procesamiento de pollo. Kircher señaló que el enfoque actual ha creado una incertidumbre significativa para las empresas con exenciones y una desventaja competitiva para aquellas sin ellas. «Agradecemos que la administración esté actuando para garantizar la igualdad de condiciones con otros países y ayudar a aumentar la competitividad global de la industria avícola estadounidense«, añadió. El NCC espera proporcionar aportes a medida que comience el proceso de reglamentación y solicita que la agencia trabaje expeditamente para finalizar una norma. El NCC también mencionó que un programa piloto bajo la administración Clinton permitió velocidades de línea de hasta 175 aves por minuto (bpm) y que la parte del procesamiento (evisceración) que se beneficia del aumento de velocidad está casi totalmente automatizada. Afirmaron que la investigación ha confirmado que velocidades de línea de evisceración más altas en las plantas de procesamiento de pollo no conducen a un mayor riesgo para la seguridad alimentaria.
La «interprofesional» de pollo de los EEUU ha informado también que las plantas de procesamiento de pollo en Canadá, Bélgica, Alemania, Brasil y Argentina, entre otros países, operan a velocidades de línea superiores a 200 aves por minuto (bpm), utilizando el mismo equipo, lo que coloca a Estados Unidos en una desventaja competitiva en el mercado global.

En cuanto al sector porcino, el presidente del NPPC, Duane Stateler, un productor de cerdo de McComb, Ohio, declaró que «los productores de cerdo de Estados Unidos agradecen a la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, y al Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS) por esta acción necesaria que proporcionará seguridad financiera y más estabilidad a los productores de cerdo«. Añadió que «sin este programa, algunos productores de cerdo podrían haber incurrido en una pérdida adicional de casi $10 por cabeza». El NPPC, que ha abogado por el aumento de las velocidades de línea desde 2019, espera seguir colaborando con Rollins y el FSIS para aumentar la adopción de la velocidad de línea del Nuevo Sistema de Inspección Porcina (NSIS) en plantas adicionales. El NPPC también mencionó que el FSIS permitió a seis plantas de cerdo aumentar las velocidades de línea a partir de noviembre de 2021 y extendió esa prueba varias veces hasta el 15 de enero de 2025, concluyendo en un estudio que las velocidades de línea no eran el factor principal de riesgo de «trastornos musculoesqueléticos (TME)» en estas plantas.
La directora ejecutiva del Meat Institute, Julie Anna Potts, aplaudió también la simplificación burocratica , afirmando que «la secretaria Rollins ha demostrado que se toma en serio la eliminación de obstáculos burocráticos en el USDA para garantizar la producción eficiente de productos cárnicos y avícolas seguros». «Agradecemos que no haya perdido tiempo en apoyar la innovación en nuestra industria. Esperamos trabajar con la Secretaria y nuestros proveedores de ganado y aves para brindar certeza a la cadena de suministro y permitir que más empresas tengan la oportunidad de utilizar este sistema», concluyó.

Fuertes preocupaciones por la seguridad laboral y alimentaria
A pesar del apoyo de la industria, la acción ha generado preocupaciones significativas por parte de las organizaciones que representan a los trabajadores. Stuart Appelbaum, presidente del Sindicato de Trabajadores Minoristas, Mayoristas y de Tiendas por Departamento (RWDSU), que representa a más de 15,000 trabajadores avícolas en instalaciones del sur de Estados Unidos, así como a trabajadores de empacado y procesamiento de carne en otras partes del país, expresó su profunda inquietud.
Appelbaum advirtió que «el aumento de las velocidades de línea perjudicará a los trabajadores, no es un quizás, es un definitivo, y el aumento de las velocidades de producción pondrá en peligro la salud y la seguridad de todos los estadounidenses que comen pollo«. Argumentó que «confiamos en los miles de trabajadores para producir de manera segura los alimentos que llegan a nuestras mesas todos los días, y no pueden hacerlo de manera segura a estas velocidades; aprendimos esa lección de la manera difícil hace apenas cinco años; no lesionemos irreparablemente a los trabajadores para aprender lo que ya sabemos».
Además, Appelbaum señaló que «la seguridad de los trabajadores debe ser una prioridad, y estas instalaciones no pueden operar a estas velocidades sin un aumento del personal, lo cual no puede ocurrir con la forma en que están construidas actualmente». Calificó la emisión de exenciones a una industria multimillonaria sin supervisión para garantizar que se haga de manera segura y adecuada como «una receta para el desastre«. El RWDSU insistió en que cualquier aumento en la velocidad de producción debe ir acompañado de un aumento en la dotación de personal y protecciones de seguridad más sólidas, ninguno de los cuales está garantizado bajo el cambio de política actual.
Los defensores de la seguridad alimentaria también han expresado su preocupación, advirtiendo que las velocidades de línea más rápidas podrían dificultar la detección de contaminación o defectos en los productos cárnicos. A medida que aumentan las velocidades de producción, los inspectores y los trabajadores pueden tener dificultades para mantener una calidad y limpieza consistentes.

Ventajas potenciales para el sector avícola
Para el sector avícola, la directiva del USDA presenta varias ventajas potenciales:
- Mayor eficiencia operativa: Permitir velocidades de línea más altas puede aumentar la cantidad de producto procesado en el mismo período de tiempo, lo que lleva a una mayor eficiencia en las plantas.
- Cumplimiento de la demanda: La medida busca garantizar que las plantas puedan satisfacer la demanda del mercado sin verse limitadas por las velocidades de línea establecidas anteriormente.
- Competitividad global: La industria argumenta que las velocidades de línea más rápidas son necesarias para que Estados Unidos siga siendo competitivo a nivel mundial, señalando que otros países ya operan a velocidades más altas.
- Reducción de costos: Al eliminar requisitos administrativos considerados obsoletos, se espera una reducción en los costos operativos para los productores.
- Mayor estabilidad financiera: El NPPC señaló que este programa proporcionará seguridad financiera y más estabilidad para los productores. El NCC también indicó que la medida busca garantizar la igualdad de condiciones y aumentar la competitividad global de la industria avícola estadounidense.

Riesgos y desafíos para las plantas de procesado
A pesar de las ventajas promocionadas, existen riesgos y desafíos importantes para el sector avícola:
- Seguridad laboral: La principal preocupación es el aumento potencial de lesiones musculoesqueléticas entre los trabajadores debido a tareas repetitivas y ritmos de trabajo más rápidos. Si bien el USDA sostiene que no hay un vínculo directo entre la velocidad de procesamiento y las lesiones, un estudio comisionado por el propio USDA encontró que el 81% de los trabajadores de las plantas de procesado avícolas están en alto riesgo de sufrir trastornos musculoesqueléticos debido a tareas repetitivas y entornos de ritmo rápido. El estudio también encontró una fuerte correlación entre el aumento de las cargas de trabajo y la dotación de personal inadecuada con un mayor riesgo de lesiones.
- Seguridad alimentaria: Existe la preocupación de que las velocidades de línea más rápidas puedan comprometer la capacidad de los trabajadores e inspectores para detectar contaminación o defectos en los productos.
- Relaciones laborales: La oposición de los sindicatos podría generar tensiones laborales y posibles conflictos en las plantas de procesamiento.
- Necesidad de mayor inversión: Para mitigar los riesgos de seguridad laboral a velocidades de línea más altas, podría ser necesario aumentar la dotación de personal e implementar programas ergonómicos más robustos, lo que podría compensar algunos de los ahorros de costos esperados. Si bien el USDA ha recomendado que las plantas de cerdo y aves de corral mitiguen dichas lesiones mediante el establecimiento de pautas para programas ergonómicos, no se han establecido requisitos obligatorios específicos en esta directiva inicial.

La administración Trump ya intentó en la legislatura anterior eliminar cualquier tipo de límite de velocidad en las líneas de procesado
Los esfuerzos para aumentar las velocidades de línea no son nuevos. La administración Trump intentó previamente eliminar por completo los límites de velocidad de línea para los procesadores de carne de cerdo, una medida que fue bloqueada por un juez federal en 2021 después de impugnaciones sindicales. Desde entonces, un número limitado de plantas, incluidas algunas en Minnesota, han podido superar los límites de velocidad estándar bajo un sistema de exenciones. En Minnesota, el estado tomó medidas en 2023 para adoptar sus propias normas de protección para los trabajadores en grandes plantas de carne y aves de corral, incluidos programas ergonómicos obligatorios y capacitación en prevención de lesiones.
Implicaciones futuras y consideraciones para la industria de la carne de ave
La propuesta del USDA aún está en progreso, y el proceso de reglamentación incluirá un período de comentarios públicos. Sin embargo, la extensión de las exenciones y la eliminación de los requisitos de presentación de informes son cambios inmediatos. La respuesta de la industria, la supervisión que se aplique y los resultados en términos de lesiones y seguridad alimentaria determinarán el impacto a largo plazo de estos cambios.

Para el sector avícola, es crucial evaluar cuidadosamente los posibles beneficios de las mayores velocidades de línea frente a los riesgos para la seguridad laboral y alimentaria. Las empresas deberán considerar inversiones en tecnología, automatización y programas ergonómicos para garantizar la seguridad de sus trabajadores a medida que aumentan las velocidades de producción. También será importante mantener un diálogo abierto con los trabajadores y sus representantes para abordar sus preocupaciones y garantizar un entorno de trabajo seguro. La eficacia de las medidas de seguridad alimentaria a velocidades más altas también requerirá una vigilancia constante.
Esta medida sin duda acelerará todavía más los avances hacía una automatización y robotización casi total de las plantas de procesado
La directiva del USDA para permitir y propiciar mayores velocidades de línea en las plantas avícolas y porcinas representa un cambio significativo con el potencial de aumentar la eficiencia y la competitividad del sector. Esta medida sin duda acelerará todavía más la automatización y la implantación de robots en las plantas de procesado, así como el uso de la IA para una evaluación más rápida de la calidad.

Sin embargo, esta medida ha generado una profunda preocupación por la seguridad de los trabajadores y la seguridad alimentaria. Mientras la industria celebra la reducción de la burocracia y la oportunidad de aumentar la producción, los sindicatos advierten sobre las posibles consecuencias negativas para la salud y la seguridad de los trabajadores. El futuro de esta política dependerá de cómo la industria gestione los riesgos asociados y de la supervisión que se implemente para garantizar la seguridad laboral y alimentaria en un entorno de producción más rápido.
Las plantas de procesado deberan navegar cuidadosamente por este nuevo panorama, equilibrando la búsqueda de la eficiencia con la responsabilidad de proteger a sus trabajadores y a los consumidores.
Para saber más:
-. Secretary Rollins Takes Action to Streamline U.S. Pork and Poultry Processing (USDA)