sábado, diciembre 13, 2025

¡ Que no cunda el pánico !

F. Javier González González
Veterinario STC Avicultura Nanta

Valladolid, 23 nov. 2025. ¡Qué tiempos los del COVID! nuestro sector emergió como uno de los héroes de esta crisis. Se puso de manifiesto una evidencia como la verdad de Perogrullo: la importancia de comer todos los días sin dejarse el sueldo en el empeño. Pero la memoria es flaca y ahora ya casi nadie se acuerda de las penurias pasadas.

Podemos hablar de «crisis regulatoria», para explicar, al menos en parte, el descenso de la cabaña ganadera en Europa, en general, y en nuestro país en particular. Parece que la mayoría urbanita no tolera bien tener cerca unidades ganaderas molestas, tanto desde el punto de vista de una «ética» sesgada y manipulada, como de supuestos problemas de sostenibilidad.

Pero la realidad es tozuda: queremos seguir comiendo cada día, lo que probablemente nos lleve a desplazar nuestras granjas a países en los que todavía esta ética tan europea no ha calado porque las necesidades primarias son otras: países del Este de Europa, norte de África, Comeremos peor, pero dormiremos más tranquilos. A esto se suma el encarecimiento de los productos básicos, que empuja a muchos consumidores hacia alimentos ultraprocesados, más baratos, pero menos saludables.

«El sector primario es la solución y no el problema.»

Lo decía Manuel Pimentel en su libro «La venganza del campo»: décadas despreciando y marginando el trabajo de agricultores, ganaderos y pescadores, criminalizando a los productores, imponiendo restricciones, burocratizando su trabajo, nos llevan indefectiblemente a un encarecimiento de los alimentos y a replantearnos la relación entre unos y otros: el sector primario es la solución y no el problema.

En mi opinión, los recientes casos de Gripe aviar en España, con el sacrificio de más de 2,5 millones de aves, y con el inmediato encarecimiento de productos tan básicos como el huevo o el pollo, pueden ser la oportunidad de que pongamos las cartas encima de la mesa.

Esta enfermedad nos ha devuelto a los titulares, aunque, por fortuna, se está destacando la faceta negativa de la subida de precios de los huevos (se lo están poniendo «a huevo», y valga la redundancia, a los que aprovechan este tirón para subir precios en puntos de venta o de tortillas en los bares, cuando desabastecimiento, no hay). Y este aspecto destaca, con mucho, sobre el de una posible mutación-transmisión del virus a las personas. Esperemos que siga así.

«No somos delincuentes y no queremos que se nos trate como tales.»

Y se publican notas de grandes cadenas «pidiendo disculpas» por no poder vender más huevos de gallinas «libres de jaulas» debido a la escasez de la oferta; o vemos ¿con sorpresa? cómo aparecen ya foros de consumidores que se preguntan cuánto bajará «la calidad» de los huevos ahora que las gallinas no pueden salir a pasear (quien siembra vientos, …).

Y la Administración también está inquieta.
¿Se han gestionado bien los casos positivos de Gripe?
¿se ha hecho de forma similar en todas las CCAA afectadas?
¿Se podría haber hecho mejor? ¿Se ha contado lo suficiente con el propio sector?
¿Europa está «contenta» con lo que hemos hecho (ellos pagan parte del destrozo)?
¿Cuánto nos va a costar esto? ¿Habrá que cambiar algo de cara al futuro?…

Muchas cuestiones que no son fáciles de responder, con el agravante de que las respuestas seguro que varían sustancialmente en función de quien sea el que las dé. Mi consejo: hablen más con el sector, que es quien realmente sabe.

«Quiero ser claro con mi mensaje final: dejadnos trabajar.»

Quiero ser claro con mi mensaje final: dejadnos trabajar. Sabemos hacerlo y hemos demostrado que sabemos hacerlo muy bien. No somos delincuentes y no queremos que se nos trate como tales. Soy veterinario de campo y, por ello, una víctima más del afán regulatorio en todo lo que tiene que ver con las prescripciones. Tenemos formación sanitaria, sabemos lo que es la salud pública y la importancia del concepto de «Una salud» y su relación con las resistencias a los antibióticos. Solo pedimos respeto a nuestra formación y experiencia, y libertad para tomar las mejores decisiones para la salud y bienestar de nuestros animales.

Y algo parecido se puede decir de los ganaderos y de todos los implicados en la cadena de valor que va desde el campo hasta el plato. Todos somos gente que sabe lo que hace, que lo hace con gusto y pasión, y que también se sienta a comer cada día.

Y que no cunda el pánico: no acabaremos con el planeta, no tendremos la culpa de que cada año haya más muertes por resistencias bacterianas, y no seremos los responsables de la subida de los precios de los productos frescos. Aunque no podáis vernos, seguiremos ahí. Lo único que pedimos es lo ya dicho: dejadnos trabajar.

Cualquier opinión – a favor o en contra – será bien recibida. Faltaría más.

F. Javier González González
Veterinario STC Nanta

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