domingo, noviembre 9, 2025

Una granizada provoca la muerte de 1.380 pavos en una explotación de Valderrobles

Matarranya, Teruel — La intensa granizada caída el pasado sábado 3 mayo 2025 en los términos municipales de Valderrobles y Queretes (Teruel, Aragón) ha dejado un balance especialmente grave para una explotación de pavos situada a las afueras de la capital comarcal: 1.380 pavos muertos por asfixia tras amontonarse dentro de una de las naves.

Según explicó Julio Vallés, copropietario de la granja afectada, los pavos se apiñaron en un extremo cuando el granizo comenzó a golpear con fuerza el techo metálico. «El pavo es un animal muy asustadizo y el estruendo en la chapa los hizo correr todos a la vez», señaló. A consecuencia de esa presión, cientos de ejemplares quedaron atrapados y murieron por falta de oxígeno.

La explotación , de nombre Agrogisel, cuenta con dos núcleos. El primero, compuesto por una sola nave de pavos, la más antigua, próxima al cementerio de Valderrobles, solo sufrió desperfectos menores en la cubierta. La segunda, dos naves de reciente construcción y equipadas con la última tecnología, fue donde se produjo la mortandad masiva. «La construcción es la que es: techo de chapa de hierro y mucho ruido», lamentó Vallés tras el recuento final de bajas.

La estructura de las naves aguantó la granizada pero el enorme ruido causado fue lo que acabó estresando a los pavos, haciendo que se amontonasen y muriesen, y aunque el pavicultor Julio Vallés estaba presente en la propia granja cuando acaeció todo nada pudo hacer para evitar que los pavos se amontonasen como locos unos encima de otros provocando la mortalidad por propia asfixia de 1.380 de ellos.
Los pavos tenían 9 semanas de edad y solamente faltaban dos semanas para que saliesen hacía el matadero.

La granja cuenta con seguro para este tipo de sucesos, aunque las pérdidas económicas por la muerte de los animales podrían ascender a una cantidad considerable, según adelanta Vallés. «Se pueden perder entre 6.000 y 7.000 euros, aunque no es una cantidad exacta, ya que depende de varios factores, como el coste del pienso y los índices de conversión de los pavos», añadió el propietario.

Más allá de la granja de pavos, la granizada —con granizos del tamaño de una pelota de golf— provocó daños generalizados en vehículos, invernaderos, viñedos, almendros y campos de cereal. Tanto el Consell Comarcal del Matarranya como los ayuntamientos de Queretes y Valderrobles están evaluando los desperfectos para cuantificar las pérdidas.

Este suceso subraya la vulnerabilidad de las aves al estrés acústico y la importancia de revisar los materiales de cubierta y los planes de contingencia ante fenómenos meteorológicos extremos. Recordar que pavos o pintadas, entre otras, son mucho más sensibles al estrés acústico que los pollos.

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