En los dos años previos a la vacunación (se empezó a vacunar en otoño 2023) fueron trágicos: se detectaron 1.800 brotes de influenza aviar altamente patógena (IAAP) y se sacrificaron 32 millones de aves de corral en Francia. Desde entonces, la situación ha mejorado: solo se han registrado unos treinta brotes en dos temporadas y el sector avícola ha recuperado su nivel de producción previo a la crisis.
«Fue una decisión valiente» que valió la pena, ya que «nuestros estudios demostraron que se evitaron 700 brotes gracias a la vacunación», cofinanciada por el gobierno, explica Muriel Vayssier-Taussat, jefa del departamento de salud animal del Instituto Nacional de Investigación Agronómica y Medioambiental (INRAE), durante el 61.º Salón de la Agricultura en París.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la epizootia está diezmando a las aves de corral por decenas de millones, lo que ha disparado el precio de los huevos. Esto ha llevado a que este sector, antes reacio a la vacunación, cambie de postura, citando el ejemplo francés.
Sin embargo, los productores de pollo del país, segundo exportador mundial, frenan la iniciativa, argumentando que algunos países podrían cerrar sus fronteras a la avicultura estadounidense por temor a que la vacunación oculte la presencia del virus.
El primer día de la vacunación en Francia, Estados Unidos y Canadá impusieron un embargo a los productos avícolas franceses, que levantaron en enero, convencidos por Francia de la seguridad de la vacunación, según el Ministerio.
La excepción francesa
En el Reino Unido, donde se detectaron unos treinta brotes, varias organizaciones agrícolas han pedido al gobierno que levante la prohibición de vacunar a las aves de corral.
La Unión Europea permite la vacunación, pero solo Francia la ha generalizado y únicamente para los patos, origen de muchas de las contaminaciones.
En enero, las autoridades sanitarias francesas —tanto humanas como animales— y todos los sectores ganaderos abogaron por una mejor anticipación a escala europea, ya que la migración de las aves silvestres, propagadoras del virus, no conoce fronteras.
El virus H5N1
La gripe aviar A (H5N1) apareció en 1996 en China, país que comunica poco sobre su seguimiento epizootico, según el INRAE. China, al igual que otros países asiáticos, vacuna desde hace años, pero apenas exporta, ya que consume la mayor parte de su producción.
A partir de 2020, el número de brotes se disparó en todo el mundo, tanto en aves como en mamíferos y en zonas hasta entonces no afectadas, como la Antártida.
En Estados Unidos, desde hace casi un año, el virus ataca a los rebaños bovinos, con casos de transmisión a humanos. Se registró una primera muerte y cerca de 70 personas contagiadas, cifra que podría estar subestimada debido a la limitación de las pruebas de detección.
Un virus en constante mutación
«El virus muta muy rápido y tiene un amplio espectro de especies huéspedes», explica Muriel Vayssier-Taussat. Su adaptación a la glándula mamaria de los bovinos fue «una sorpresa», ya que normalmente afecta a las vías respiratorias.
Investigadores del INRAE y de la Universidad de Quebec han desarrollado una nueva formulación vacunal contra diferentes cepas del virus. Las pruebas en pollos mostraron una protección total contra la infección y también contra la transmisión del virus.
Esta vacuna «universal» ha sido patentada y se están llevando a cabo negociaciones con empresas para realizar pruebas en otras especies animales y lanzar su producción, con un interés particular en América del Norte, según Muriel Vayssier-Taussat.
Desconcertados con las medidas sanitarias que está tomando Estados Unidos
En las últimas semanas, ha habido confusión sobre la estrategia de Estados Unidos, tras su retirada de la OMS, que ahora solo recibe «información limitada» sobre la gripe aviar en el país, y la llegada de Robert Kennedy Jr. al frente del Ministerio de Salud, conocido por sus posturas antivacunas.
«Todo el reglamento sanitario internacional se basa en la transparencia. Normalmente, América del Norte está en primera línea. Por eso estamos francamente desconcertados con la situación de nuestros socios estadounidenses», declaró Benoît Vallet, director general de la ANSES, en el Salón de la Agricultura.
La semana pasada, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que había despedido a algunos empleados como parte de los recortes de personal solicitados por la administración Trump, volvió a contratar a algunos de ellos para trabajar en el plan de lucha contra la gripe aviar prometido por el nuevo ministro.
«Efectos de ‘marcha adelante, marcha atrás’ muy preocupantes», según Benoît Vallet.
Para saber más:
-. Influenza aviar y políticas de vacunación contra gripe aviar en aves de granja
-. Avicultura en Francia